Con las yemas de los dedos realice un desplazamiento suave por la superficie cutánea. Se puede seguir el mismo orden de aplicación, iniciando el movimiento por la frente, sienes y entrecejo, para bajar por la nariz, rictus, pómulos y mejillas. A continuación se trabaja la aplicación de alrededor de los labios, sin olvidar el labio superior.

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